jueves, 22 de septiembre de 2011

Cultivando a las masas

 

Engancha con estos videos de abajo (no se confundan, no estan repetidos)

sábado, 17 de septiembre de 2011

Tan solo palabras


Siempre fui un soñador, no en vano elegí al Quijote como referente. Y soñar es ciertamente algo hermoso, pero como tantas otras cosas en la vida, tiene sus defectos. Cuando empecé la secundaria viví un tumultuoso relacionamiento, quiero creer en parte que eso contribuyo a mi dispersión intelectual, pero probablemente solo era un niño demasiado mimado, ingenuo, indisciplinado. Tuve que aprender que los logros académicos se consiguen con esfuerzo, estando con la mente aquí en la tierra, y no gravitando por el cosmos.

Nunca me fue fácil, todavía me cuesta perdonarme las faltas de empeño en el pasado, y aun me aterra la capacidad casi inconsciente que tiene mi mente para fugar ante cualquier actividad que no me apetezca. Una psicóloga me dijo una vez que en parte los artistas son así, lo cual no deja de parecerme una encantadora excusa para justificarme…  pero muy en el fondo es solo eso, una excusa, ¿verdad?

A veces no bastan las promesas y los buenos deseos, si tus actos no hablan por vos, lo que salga de tu boca son tan solo palabras y nada más.

Una de mis ex novias fue la primera en servirme de ejemplo para comprobar cuanto había cambiado, y cuanto más tenía que cambiar. Ella era simpática y muy elocuente en sus discursos de moral, incluso estudiaba filosofía, pero fuera de su burbuja sus actos distaban mucho de ser lo que ella imaginaba. Sostenía una espesa crítica sobre la madre que la alimentaba y pagaba sus estudios, comparándola por momentos con su profesora de filosofía, como si una tuviera que ser el role model de la otra. Vivía en su idilio de actitudes adecuadas y comportamientos altruistas, brindando consejos y criticas que quizás ella debió seguir más de una vez. No voy a decir que la ame, pero si pude desarrollar un cierto cariño hacia ella (el cual de todos modos era insuficiente), supongo que por eso me molestaba el cómo tomaba muchas de mis aclaraciones. Ella sentía que yo quería abrirla a un mundo más triste y decadente, pero para mí, ¡ese era el mundo real! Un lugar donde incluso la frustración y la bronca aportaban lecciones.  

Así fue que comprendí lo importante que es no perderse dentro de uno mismo. Vivir torciendo los acontecimientos para que la realidad se amolde a nuestros argumentos, termina muchas veces siendo un ejercicio nefasto, no importa que tan común sea esto en la sociedad.

A veces me pongo a pensar en que tan hipócrita pueden ser mis actos, y que tan sinceros son mis discursos, más en un medio como este, donde uno lleva al lector por donde quiere, eligiendo que quiere mostrar y que no. Tratar de ser aquí lo más honesto posible nunca es algo del todo legitimo, siempre se está teñido de una cierta egolatría, un mínimo deseo de manipulación para atraer la atención, ya sea por aburrimiento o mero capricho. ¿Y qué es lo que nos deja todo esto en el fondo? ¿Es que acaso estas reflexiones nos brindan más claridad  a la hora de salir al mundo y no cometer errores, o están destinadas a permanecer aquí dormidas, siendo solo una elocuencia inútil, siendo tan solo palabras?

miércoles, 14 de septiembre de 2011

"Mensajes a las estrellas "

Pequeño ejercicio mental

¿Alguien recuerda la experiencia de segundo año con el Prefacio de “Las palabras y las cosas” y el texto “Sigo” de Umberto Eco?

Bueno, recuerdo que en aquella época, mientras Baliño intentaba explicarnos la dependencia que tiene el hombre de sus particulares sistemas de comunicación, mi cabeza tuvo un súbito arranque asociativo. Recordé el acontecimiento histórico que paso a detallarles más abajo.

“...la sonda Pionero 10, una sonda lanzada por la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), en 1972, con el propósito de estudiar al planeta Júpiter. Cuando faltaban sólo tres meses para su lanzamiento, el famoso astrónomo Carl Sagan se dio cuenta de que, después de pasar por Júpiter, la sonda iba a abandonar el Sistema Solar, convirtiéndose así en el primer objeto hecho por el hombre en viajar a las estrellas. Aunque la probabilidad de que sea detectada y capturada por alguna civilización es extremadamente pequeña, dada la inmensidad del espacio, Sagan no quiso desperdiciar esta maravillosa oportunidad de colocar a bordo un mensaje, por si cae en manos de "alguien". A toda prisa, él y otro astrónomo, Frank Drake, diseñaron una placa que indicara el lugar y el instante en que fue lanzada, así como algunos datos científicos, para mostrar a quienes la capturen que procede de una civilización inteligente (¡la nuestra, para que no haya duda!). Por supuesto, esta información no está escrita en ningún idioma terrestre, sino en símbolos científicos que, suponemos, serán descifrables para cualquier ser inteligente que tenga una ciencia avanzada. La placa lleva, además, algunos dibujos que representan a nuestro sistema planetario y a dos seres humanos (un hombre y una mujer, supuestamente con rasgos de todas las razas para que sean representativos de toda la humanidad). Mide 15 x 23 centímetros, está hecha de aluminio, con un recubrimiento de oro, para que resista sin degradarse el mayor tiempo posible, y fue elaborada en la práctica por la artista Linda Salzman, que en aquel entonces era esposa de Sagan. Tan a gusto quedaron Sagan y su equipo con esta placa que, cuando se supo que la sonda Pionero 11, lanzada unos meses más tarde (1973) a estudiar Júpiter y Saturno, también iba a abandonar el Sistema Solar, se le colocó a bordo una placa idéntica, con fines también idénticos.“



Cuando uno ve la placa, surgen algunas dudas...

“Las figuras desnudas, por ejemplo, tienen un gran defecto del cual, en sus prisas, no se percataron los científicos: pueden confundir a los extraterrestres, evitando con ello que descifren correctamente el mensaje. Las razones son dos. Primera, son dibujos, y no símbolos matemáticos, como el resto del mensaje (excepto el dibujo del Sistema Solar). Si tratan de interpretarlas de la misma manera quién sabe qué locuras concluirán. Y, segunda, ¡no tenemos ni idea de cómo son ellos! A lo mejor no tienen ojos y, en consecuencia, ni siquiera pueden verlas. Por ello se decidió suprimirlas si se presentaba una nueva oportunidad de enviar un mensaje al espacio.”

“Otra crítica que se tomó en consideración fue que la información que lleva la placa es puramente científica, y el ser humano es algo más que pura ciencia. Una buena parte de nosotros es arte y sensibilidad, y eso también habría que expresarlo de alguna manera.”

¿Cómo se manifestarían ustedes si tuvieran la oportunidad de enviar un mensaje de este tipo?

¿Qué imágenes, sonidos, o cosas pondrían en esa sonda para manifestar su humanidad?

lunes, 5 de septiembre de 2011